Otra de esas bellas historias inspiradoras que nos recuerda el verdadero sentido de una boda.
Garry & Michelle viven en Canadá, están juntos hace ya un par de años, aunque nunca habían formalizado.
Tampoco conocían Argentina y el año pasado decidieron venir de viaje para conocer Buenos Aires y me contactaron para hacer una sesión de fotos. Con el correr de los meses seguimos hablando y planeando la sesión hasta que un día Garry me escribió para contarme que la sesión ahora sería una boda. Una boda minima, intima pero muy sentida, donde los unicos invitados serían ellos, un celebrante y yo.
Ahí se sumó Javier de Tu ceremonia, y para dar un poco de clima sumamos un musico que amenizó el momento, que aunque fue breve tuvo su buena planificación para que todos confluyamos en una terraza del Centro Cultural Recoleta y la tomemos sin permiso para convertirla en el lugar de la ceremonia.
Se dijeron sus sentidos votos, intercambiaron anillos y con solo un beso, ahí, en esa terraza publica de Buenos Aires. Sin vestido de cola, fiesta ni torta, y con solo un «juez», un musico y un fotógrafo como invitados esa tarde de marzo Garry & Michelle se convirtieron es esposos, uniendose para toda la vida y para recordarnos que una boda es la unión de dos personas que se aman, se elijen donde sea y que lo esencial para hacerlo real siempre es ese amor.
Gracias Garry por dejarnos ser parte de tan íntimo y bello momento.